Heredado de Nuestro Padre Fundador, los Misioneros del Espíritu Santo tenemos un grande amor por la Sma. Virgen María, y desde los primeros años de formación se nos motiva crecientemente en cultivar ese amor. Por eso, ya desde el Seminario Menor (que llamamos, La Apostólica) la Solemnidad de la Asunción era una fiesta esperada y muy especial.
En Casa Conchita recordamos cómo en esos «15 de agosto» se organizaban competiciones deportivas en honor a María entre dos equipos: «Los Blancos» y «Los Azules» y todos se empeñaban en poner su mejor esfuerzo para darle el triunfo a la Madre de Nuestro Señor.
Con el paso del tiempo, ya en la vejez, unos siguen siendo «Blancos» y otros «Azules» y lo hemos querido significar con una rosas de esos colores frente a la imagen de La Virgen.
Por otra parte este día tiene un significado especial añadido: era el día de la toma de hábito cuando se ingresaba en el Noviciado. En fin: muchos recuerdos preñados de agradecimiento a la Sma. Virgen en este día maravilloso.