Yo quería compartir mi dicha y las enseñanzas sublimes que había aprendido

P. Fernando Torre, msps

Un hecho clave en la vida de Concepción Cabrera, al que a veces ni importancia le damos, es cuando ella da ejercicios espirituales a las mujeres de Jesús María. Este hecho manifiesta el espíritu misionero de esta laica. Ella tenía entonces veintiséis años, cuatro años y medio de casada y tres hijos.

Días antes de esos ejercicios en Jesús María, ella había asistido por primera vez a unos ejercicios espirituales, del 28 de julio al 4 de agosto de 1889, en San Luis Potosí. Fueron predicados por el P. Antonio Plancarte y Labastida, siguiendo el esquema de los Ejercicios espirituales de san Ignacio. El sexto día de ejercicios, Concepción entiende lo que Jesús quiere de ella: «¡Salvar almas!»[1] Once años más tarde, ella escribe sobre este acontecimiento:

Continuar leyendo «Yo quería compartir mi dicha y las enseñanzas sublimes que había aprendido»

XXIII Domingo del Tiempo Ordinario. Lo importante en una comunidad es que Jesús esté en el Centro

P. Sergio García, msps

El evangelio de este domingo no lo podemos separar de los destinatarios que son los discípulos. Lo cual supone un segundo momento en la experiencia de relación con Jesús. Recordamos que el primer momento se dio en el encuentro amoroso que nos llevó a una opción cordial y definitiva por su persona y su mensaje y que llamamos kerigma y tiene su fundamento en el texto de Hech 2, 38.

Cuando se ha tenido la experiencia de encuentro vivo con Jesús y se ha tomado la decisión de aceptarlo incondicionalmente pueden suceder cosas asombrosas. Se forma la comunidad, no de ángeles y arcángeles sino de gente sencilla, humilde, débil y convencida de que emprende un camino para una auténtica realización del proyecto de Dios.

Continuar leyendo «XXIII Domingo del Tiempo Ordinario. Lo importante en una comunidad es que Jesús esté en el Centro»

El Espíritu Santo

P. Luís Martínez P., msps

 

Todos decimos, en el credo: «Creo en el Espíritu Santo» como la Tercera Persona de la Santísima Trinidad. Pero si el resto del Credo lo decimos maquinalmente, creo que esto lo decimos sin enterarnos siquiera de lo que decimos.

Lo primero que debemos hacer para entenderlo, es darnos cuenta de que el Espíritu Santo es una Persona. No es «algo», por hermoso que sea, sino «Alguien«. Los símbolos a través de los cuales el Espíritu Santo se ha manifestado, son, todos, espléndidos. El viento, impetuoso, poderoso, refrescante. El fuego, brillante y cálido, que transforma en sí mismo todo lo que encuentra. El agua, que purifica, da vida, quita la sed, refresca. El aceite, que suaviza, cura, perfuma…

Continuar leyendo «El Espíritu Santo»

El Dios en quien quiero creer

P. Sergio García, msps

El Dios en quien quiero creer, el Dios por el que quiero caminar, el Dios que me quiero encontrar al final del camino, es el Dios de Jesucristo. El Dios en quien quiero creer es el Dios que cree en mí.

El otro día, al preguntarme alguien por qué me salían erupciones en la cara, contesté que era por los nervios. “Confía en Dios”, me dijo. Contesté: “Yo si confío en Dios, el hecho es que Dios confía en mí”. En ese Dios quiero creer, no en el dios que me persigue despiadadamente para echarme en cara mis caídas, sino el Dios que me da la mano para que siga adelante. En ese Dios quiero creer, no en el Dios que contemplo a lo lejos, sino el Dios que me mira de cerca, fijamente a los ojos, me sostiene la mirada y se hace sencillo como mi historia, humilde como mi origen, animoso como yo en mis mejores momentos.

Continuar leyendo «El Dios en quien quiero creer»

Perdóname , Señor, por ser víctima del «qué dirán»

P. Sergio García, msps

Mi Señor Jesús, ¿hasta dónde se puede llegar cuando el temor al “qué dirán los demás” supera la verdad y se obra con injusticia como le sucedió a Herodes cuando mató a tu primo Juan?

Cuando pienso en tu “Transfiguración” veo que, en lugar de transfigurarme en ti, soy sólo apariencia de ti obrando acobardado por el “qué dirán”.  Por eso, mi querido Señor Jesús, hoy mi oración quiere ser de petición de perdón, de sanación interior, de paz profunda que solamente viene de ti.

Continuar leyendo «Perdóname , Señor, por ser víctima del «qué dirán»»

Místicos y profetas

P. Fernando Torre, msps

Saber que la fórmula química del agua es H2O no me quita la sed ni me refresca ni me purifica. Muchas veces nuestro conocimiento de Dios es similar: conocemos todos los dogmas, hemos leído libros de exégesis y teología, nos sabemos de memoria citas bíblicas y textos del Catecismo… pero todo se queda en ideas, en teorías.

 

Continuar leyendo «Místicos y profetas»