El P. Leopoldo Guzman Ponce de León (de nombre «artístico» LEGUPOL) fue en su tiempo un consumado conocedor y manejador de muchas artes, entre las que se encontraban los remedios para todo tipo de males, los brebajes para retardar el envejecimiento ( él tiene actualmente 93 años, y de salud está excelente), los licores por él fabricados ( y me atrevo a decir que sólo por él degustados), la poesía e incluso la pintura, en donde se reveló como un estupendo dominador de las acuarelas. Les dejamos aquí una galería con sus trabajos, en los que el tema único fue la Cruz del Apostolado.
Además, como decimos, el P. Polo es un consumado poeta. Aquí les dejamos una de sus poesías dirigidas a la Sma. Virgen, que incluso está en marmol en un rincón de la casa.
Son tus ojos Virgen pura,
cuando miras, como liras
que armonizan mi cantar
Son tan tiernos y tan suaves
que embalsaman y engalanan
tu semblante sin igual
Sonrientes o tranquilos
son muy bellos, son destellos
rutilantes de alborear
Ellos son, cuando me miran,
dos bureles, dos corceles
que engalopan mi pasión
Cuando sufro, cuando lloro,
en estas rejas, tristes quejas
te delatan mi dolor
Siempre son tus dulces ojos
el anhelo, el consuelo
de mi pobre corazón
Cuando en ellos mi retrato
se refleja, una queja
te transmite mi emoción
Cuando lejos de ti peno
yo quisiera mi quimera
en tus ojos olvidar
No me dejes, no te apartes,
ni tus ojos mis abrojos
dejen nunca de endulzar
Al dejarte y al pensar
que nos los miro, en suspiro
se transforma mi canción