Hoy nos fuimos de excusión

Hoy tocaba irnos de excusión. Así que al mediodía, después de haber celebrado la Eucaristía, los que todavía podíamos con nuestros huesecicos nos metimos en la camioneta, no sin algún trabajo, todo hay que decirlo, y nos lanzamos a pasar un día divertido. Nos fuimos al Africam Safari de Puebla.
Vale, está bien, ¿que está aquí mismo?, de acuerdo; ¿que no se camina…, que todo el recorrido se hace dentro de tu vehículo?, tambien. Pero oigan, tampoco a nuestra edad nos vamos a subir al Popocatépetl como hacíamos cuando éramos unos jovenazos. Eso ya lo hicimos. Ahora toca algo más tranquilo. ¿No les parece?
¡Manos a la obra!
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Ayuda – Centro de Acopio en Cdad. de México

¡Viva México!
A la Virgen de Guadalupe (San Juan Diego debió soñar algo así)
A la Virgen de Guadalupe (San Juan Diego debió soñar algo así)

Son tus ojos Virgen pura,
cuando miras, como liras
que armonizan mi cantar
Son tan tiernos y tan suaves
que embalsaman y engalanan
tu semblante sin igual
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Yo quería compartir mi dicha y las enseñanzas sublimes que había aprendido

Un hecho clave en la vida de Concepción Cabrera, al que a veces ni importancia le damos, es cuando ella da ejercicios espirituales a las mujeres de Jesús María. Este hecho manifiesta el espíritu misionero de esta laica. Ella tenía entonces veintiséis años, cuatro años y medio de casada y tres hijos.
Días antes de esos ejercicios en Jesús María, ella había asistido por primera vez a unos ejercicios espirituales, del 28 de julio al 4 de agosto de 1889, en San Luis Potosí. Fueron predicados por el P. Antonio Plancarte y Labastida, siguiendo el esquema de los Ejercicios espirituales de san Ignacio. El sexto día de ejercicios, Concepción entiende lo que Jesús quiere de ella: «¡Salvar almas!»[1] Once años más tarde, ella escribe sobre este acontecimiento:
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XXIII Domingo del Tiempo Ordinario. Lo importante en una comunidad es que Jesús esté en el Centro

El evangelio de este domingo no lo podemos separar de los destinatarios que son los discípulos. Lo cual supone un segundo momento en la experiencia de relación con Jesús. Recordamos que el primer momento se dio en el encuentro amoroso que nos llevó a una opción cordial y definitiva por su persona y su mensaje y que llamamos kerigma y tiene su fundamento en el texto de Hech 2, 38.
Cuando se ha tenido la experiencia de encuentro vivo con Jesús y se ha tomado la decisión de aceptarlo incondicionalmente pueden suceder cosas asombrosas. Se forma la comunidad, no de ángeles y arcángeles sino de gente sencilla, humilde, débil y convencida de que emprende un camino para una auténtica realización del proyecto de Dios.
Actividades Ubuntu – Red Vocacional
El Espíritu Santo

Todos decimos, en el credo: «Creo en el Espíritu Santo» como la Tercera Persona de la Santísima Trinidad. Pero si el resto del Credo lo decimos maquinalmente, creo que esto lo decimos sin enterarnos siquiera de lo que decimos.
Lo primero que debemos hacer para entenderlo, es darnos cuenta de que el Espíritu Santo es una Persona. No es «algo», por hermoso que sea, sino «Alguien«. Los símbolos a través de los cuales el Espíritu Santo se ha manifestado, son, todos, espléndidos. El viento, impetuoso, poderoso, refrescante. El fuego, brillante y cálido, que transforma en sí mismo todo lo que encuentra. El agua, que purifica, da vida, quita la sed, refresca. El aceite, que suaviza, cura, perfuma…