Ponga mi cabeza sobre su corazón

P. Fernando Torre, msps

 

 

«Ponga mi cabeza sobre su corazón», le dice Concepción Cabrera al padre Félix de Jesús Rougier. Ella está al borde de la muerte; él la había ido a visitar a su casa de la calle de Altavista (Ciudad de México), donde moriría tres días después, el 3 de marzo de 1937. Ella tiene setenta y cuatro años; él, setenta y siete.

Estas palabras están tomadas de una carta que el padre Félix envía a los Misioneros del Espíritu Santo que estaban en Roma, para compartirles algunos detalles de la enfermedad, agonía y muerte de «esa santa extraordinaria, una de las más grandes que haya habido en la Iglesia, desde su fundación»[1].

Cito las palabras del padre Félix en su contexto:

El domingo, 28 de febrero, comenzó la agonía. Ya casi no pudo hablar sino muy pocas palabras, no sin mucho esfuerzo. […] Nos dijo unas pocas palabras al padre Edmundo, al padre Thomas y a mí.

A mí: “Le recomiendo las Obras[2] y mis hijos”.

“¡Cuánto lo quiero! Ponga mi cabeza sobre su corazón”.

Le obedecí, acercándola a mí. Yo estaba de pie, cerca de su cama[3].

Qué bella manera de culminar una relación que había comenzado treinta y cuatro años antes, en un confesonario. Una relación sellada por la pureza[4].

Podemos imaginar el brazo del padre Félix de Jesús rodeando el cuello de su madre espiritual. Ella pudo sentir el calor del Hijo de la Pureza y percibir su latido amoroso.

Los agonizantes tienen una aguda necesidad de la presencia y el afecto de los seres queridos. Nos duele saber que alguien ha muerto en soledad o entre extraños. Jesús mismo, clavado en la cruz, tuvo el consuelo de estar acompañado por su Madre, por María Magdalena, Juan…

Cuánto bien podemos hacer a los agonizantes con nuestras palabras y oraciones, pero también con nuestros labios, manos y brazos. Sin necesidad de que nos lo pidan, seamos generosos en caricias, abrazos y besos, para que concluyan su paso por este mundo rodeados de ternura, y se dispongan a recibir el abrazo que Dios Padre les tiene preparado, y que los acompañará por toda la eternidad.

P. Fernando Torre, msps

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En la página web de la Editorial La Cruz, puedes encontrar algunos libros
de Concepción Cabrera o estudios sobre ella y la Espiritualidad de la Cruz.

www.editorial-lacruz.com

 

[1] F.J. Rougier, Diario y reminiscencias, 1,50.

[2] Se refiere a las cinco Obras de la Cruz.

[3] F.J. Rougier, Cartas a Roma, México 2009, 403-404. Escrita el 4 o 5 de marzo de 1937.

[4] Cf. B. Olivera, Un encuentro sellado por la pureza. Concepción Cabrera de Armida y Félix de Jesús Rougier, La Cruz, México 2003.

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