«Radio Conchita» – Diálogos

“RADIO CONCHITA” PRESENTA SU PROGRAMA FAVORITO: DIALOGOS

E = Espacios; S= Ssergio

S. Buenas noches, mis queridos hermanos, fieles a nuestras emisiones siempre deseosos de llevar y llenar de evangelio todos los rincones de la vida. Y digo todos pensando en los diálogos de esta noche.

Más de alguno se extrañará. Por lo que ha escuchado estoy seguro que hará mucho bien y hará crecer nuestra fe en Jesús y crecerá el deseo de transformarnos en él

Comenzamos orando y dando gracias al buen Padre Dios por concedernos experimentar la ternura de su mirada. Amén.

E. Comopuedesdartecuentalascosassecomplicansinnosotros

S. Pero, ¿esto que es? ¿Quiénes son ustedes? ¿Por qué esta irrupción tan de repente?

E. Somos los espacios. Aparentemente somos vacío. Pero mira: ya vamos 8 y te habrás dado cuenta que con nosotros todo tiene armonía, proporción y te deja una sensación de paz que hace posible todo lo demás. Ya somos 35.

S. ¿Y por qué esta irrupción en este “espacio”?

E. Ya ves, ya nos citaste. Estamos de moda.

S. ¿En qué sentido?

E. Todo mundo habla de la necesidad de “tener sus espacios” y eso es bueno, lo importante es saber para qué.

S. Conozco a alguien que está llena de trabajo y busca sus espacios para orar, para entrar en su corazón, escuchar música, recuperar fuerzas, vivirse en paz, admirar el espacio lleno de sorpresas como es la naturaleza y sobre todo llenarse de Dios.

E. Ya ves, el problema es que a veces nos confunden con el ocio, o la falta de presencia en los compromisos de la vida.

S. Ya que saben mucho, ¿cómo fueron los espacios de Jesús? En el fondo nos interesa más que nada.

E. Él es “el espacio” de Dios, es Dios mismo hecho espacio para que entremos con él.

S. Si, pero ¿cómo vivía sus espacios?

E. Sin nosotros no se entiende Jesús. Jesús es Dios en el tiempo, en este espacio de vida que llaman “el aquí y ahora”. Jesús tenía tiempo para todo mundo: para los pobres, enfermos, pecadores, hombres y mujeres, amigos y enemigos, de día y de noche, etc. porque contaba con nosotros. ¡Y era feliz, maduramente feliz!

S. Me gustaría ahondar en eso.

E. La encarnación del Verbo: ¡Dios que entra al espacio del hombre! Dios que se da el espacio de ser Emmanuel: Dios con nosotros. Y en serio, con todas sus consecuencias, con todo sabiduría y verdad, con plenitud de amor. “Mi delicia es estar con los hijos de los hombres”, se decía de la sabiduría y él es la sabiduría amorosa de Dios.

S. Pero, ¿en el cada día de sus días?

E. Nosotros los espacios le dimos a Jesús la oportunidad de ser el hombre del equilibrio, de la intuición amorosa, de la palabra oportuna, de la actitud misericordiosa y fiel.

Tenía sus espacios de oración íntima con el Padre, tenía sus momentos de admirar la naturaleza, se retiraba para escuchar las bellas melodías de las fibras más delicadas de su corazón. Y luego acercarse oportunamente para gritar su evangelio, para sembrar la semilla de la palabra, dar tiempo para que todo fructificara a su tiempo.

S. Bueno, eso es lo normal de toda vida.

E. Debería serlo, pero nos da tristeza el ver como no se nos aprovecha. ¿Qué haces? Le preguntan a uno que aparentemente ha buscado su espacio. “Nada, matando el tiempo”, “Ahí voy pensando en la inmortalidad del cangrejo”. Cuando no se meten en una actividad febril de ruido, trabajo y más trabajo y más trabajo… o son ludópatas o son laborópatas, si se nos permite la expresión.

S. Y, ¿en concreto?

E. ¿Has visto los cristianos los domingos? Ni ese día lo toman para darse un espacio al descanso, a estar con su Dios.

S. Lo que me gusta de ustedes es que son infinitos en posibilidades.

E. Nosotros estamos ahí, es el hombre el que decide llenarnos; es el hombre el que puede aprovecharnos para ser de verdad persona, para ser santo, o para ser basura, con perdón.

S. ¡Cuánta vida pueden ofrecer a quienes de verdad los quieran aprovechar!

E. Vamos a lanzar un nuevo principio: “Cada hombre, cada mujer tienen derecho a sus espacios”. Para ser, para amar, para orar, para descansar, para vivir. Detenerse, meterse al interior, a ese espacio privilegiado de presencia de Dios, dialogar con él, dejarse mirar y amar por él.

S. Pero tienen su peligro…

E. Como todo. Hay quienes “buscan sus espacios” por egoísmo, porque no son capaces de afrontar el compromiso de la fidelidad, de la generosidad, del servicio en y con amor. Y en lugar de buscar espacios sanos, buscan llenarse de compensaciones, a veces ridículas. Como aquel que deja su familia para llenar su vida con otra familia. Rompe el equilibrio, la armonía, la paz. O aquel religioso, celoso de sus espacios, para no comprometerse y poner la vista sobre la mesa.

S. Y hace sufrir a los suyos, a los que verdaderamente se comprometieron a tener como tales.

E. Así es. Por eso reivindicamos el sentido y la fuerza de los espacios, como signos de aquel que es el “Gran Espacio” en el que todos vivimos, nos movemos y somos: Dios, Dios revelado en Jesucristo, Dios digno de ser amado en todo momento y en cualquier espacio.

S. De ahí el respeto por tener y cuidar los espacios de los demás. Y quien lo tenga de verdad los goce y los sepa vivir en amor, serenidad y fuente de nueva vida.

E. Nosotros no somos “espacios llenos de vacíos”, somos un regalo de Dios para quienes quieren tomarse la vida en serio, para quienes buscan enfrentarse con la verdad de sí mismos y de su Dios, para quienes saber admirar la naturaleza, la música, la hermosura de su mismo corazón, para quienes son capaces de amar y ser amados. Somos lugar de encuentro…

S. Gracias, espacios de mi Espacio que es Jesús… el único Espacio que lo llena todo. Gracias.

Y muchas gracias, estimados oyentes, que se dieron un espacio en su vida, en su día para escuchar este mensaje tan importante de nuestro Jesús como lugar de encuentro con Dios Padre y con los hermanos.

Seguimos invitando a las trasmisiones de “Radio Conchita” para seguir creando fraternidad solidaria y mirada contemplativa con el Dios de nuestra vida.

Beata Concepción Cabrera, madre de nuestra vocación, ruega por nosotros. Amén

P. Sergio García, msps

 

2 respuestas a ««Radio Conchita» – Diálogos»

  1. Gracias por estas bellísimas reflexiones,cque nos permiten ahondar en el infinito amor de Jesús y su gran amor por nosotros, bendiciones felicidades y gracias por este espacio «radiofónico»

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