Ayer, domingo día 16 de julio, día de la Virgen del Carmen, mire usted, celebramos en Casa Conchita por todo lo alto el que hace dieciocho años los Misioneros del Espíritu Santo abrimos esta casa bendita para cuidar a nuestros hermanos mayores y para los que necesitan, por las razones que sean, una atención especial.
Comenzamos con una eucaristía con mucha participación de la gente del lugar y presidida por nuestro hermano P. Guadalupe Ventura. Fue muy amena y entrañable en la que dimos gracias a Dios por tan estupendo regalo de tener una casa como esta. Y después, ¡ay después!…, después una fiesta por todo lo alto.
En efecto, nos reunimos todos en uno de los pasillos del maravilloso claustro y ahí nos regalamos con un estupendo piscolabis que saboreamos con especial fruición. Pero el plato fuerte estaba aún por llegar: el P. Luís Mª Martínez nos amenizó con un estupendo concierto de piano: Beethoven, Mozar, Bach, Chopin, Albeniz…¿Para qué les cuento?. Fue sencillamente genial. En el intermedio, el P. Eduardo amenazó también con tocar, y se soltó (muy brevemente, gracias a Dios) con una canción de Elthon John, lo justo para que continuara el Maestro Luís.
Les dejamos aquí una serie de fotografías para compartir con ustedes ese momento tan agradable y divertido.
Felicitaciones! Que el Dios de la vida siga acompañando tan magna obra en pro de quienes lo han entregado todo y que aun siguen aportando su cruz de cada dia y su oracion. Eso es la recompensa del ciento por uno a quienes lo han dejado todo. Que los hermanos a traves de esta obra sigan experimentando en sus vidas el gran Amor de Dios.
Gracias, Hermana. Pedimos sus oraciones, las de usted y su comunidad, por estos hermanos nuestros ya mayores que lo dieron ya todo y que necesitan el apoyo espiritual de todos ustedes. Un saludo
Felicidades a cada uno de los MSpS que han pasado por casa Conchita y por todo el equipo de apoyo para darle vida a los sacerdotes y religiosos que han dejado su vida ahí…. Gracias por permitirnos participar en la vida de Casa Conchita y gracias especiales a los superiores que han pasado durante todos estos años; ahora al P. Ernesto. Y al P Luis Martínez por dirigir nuestro grupo de Canto Gregoriano durante ya varios años…
Mi admiración, respeto, cariño y agradecimiento, por dejarnos compartir vidas de «Hombres de Dios»
Felicidades a todos los que hacen posible que Casa Conchita sea un lugar digno para quienes han dado su amor y dedicación al servicio de Dios.
Efectivamente Laura, ellos han dejado jirones de sus vidas en el campo del Señor. Gracias.
Que lindo ver a esta gran familia tan feliz, les mando un abrazo a cada uno, están en mi corazón y mis oraciones, esta pendiente visitarlos.
Gracias Arlette. Te recordamos con cariño en ese tu paso breve, pero intenso, como enfermera cuidando las ultimas noches del P. Carrillo. Gracias por todo
Muy agradecida con la Trinidad y Santa María por la presencia de Casa Conchita en Puebla, por el testimonio edificante de los Sacerdotes enfermos y ancianos, por el personal que con tanto amor, respeto y cuidado los atiende.
Felicidades y bendiciones.
Los llevo en mi corazón y oración.
Muchas gracias, Blanca. Tu dedicación y entrega a los padres enfermos es una aspostolado magnífico
XVIII años de bendiciones,convivencia y de ser una familia en Cristo tal y como no hubiera querido Conchita Armida
Mucha años mas de esta familia. Gloria a Dios
Muchas gracias Dr. Sin tu trabajo y el del resto del Equipo de médicos y enfermeras con esta comunidad tampoco hubiera sido posible.
Felicitaciones hermanos y gracias por su testimonio. Dios los llene de bendiciones
Gracias, Gilberto. Unidos todos en la oración por esta Casa y por la de San José de la Provincia Félix.
Muchas felicidades y muchas gracias por su servicio generoso para «cuidarnos». Que Dios los bendiga, los llene de su amor y los siga haciendo muy santos. Los acompaño con mi cariño y mi oración. Su hermano José Luis
Muchas gracias, José Luís. Sentirnos apoyados por todos ustedes en la oración nos impulsa a seguir adelante.
Un abrazo fraternal y mis oraciones desde La Chorrera, Dios les siga mostrando su misericordia.
Gracias, Marco. Rezamos por ustedes